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3 mar 2016

Disfrutando del #CocidoDay en La Parada de Bilbao

El  sábado pasado tuve la gran suerte de disfrutar de mi primer #CocidoDay en Bilbao, en la mejor compañía posible: Alexander Méndez (gracias por la invitación), Mikel Agirregabiria, Josu Garro, Begoña Beristain, Gerardo Maza, Markos R., Leire Gondra,... todos de alguna manera relacionados con la comunicación y el buen comer.

El #cocidoDay surgió hace ya tres años, como fórmula para reivindicar esos platos de cuchara tradicionales que abundan en toda nuestra geografía. Platos de cuchara, que cocidos a fuego lento, han pasado de generación en generación, y que forman parte absoluta de nuestra cultura gastronómica.

Cuando me propusieron participar en este evento, no dudé ni un momento, porque soy defensora a ultranza de las comidas tradicionales, de las comidas de mi madre, de las comidas de mis abuelas... Hace tiempo, le di un espacio en este blog mío, al "cocido con pelotas de mi madre", porque no quiero que se pierda su receta, ni mi recuerdo de una cocina llena de aromas y cazuelas al plof-plof.

Y volviendo al #CocidoDay de este año en Bilbao, me encantó la experiencia. Normalmente cuando me siento a la mesa, aparto el móvil de mi lado, porque me parece de mala educación hacer lo contrario. Pero por un día, sacar los móviles, tuitear, fotografiar, instagramear... sin restricciones, fue toda una experiencia.

Agradecer especialmente a José Ignacio de Andrés del Restaurante La Parada por la invitación, la compañía y por tener una cocina tan estupenda en su restaurante! Casualmente, La Parada es uno de mis sitios favoritos para tomar un café y un pintxo de media mañana. Me pilla de camino al trabajo y además, el personal es especialmente amable y divertido. Siempre tienen una sonrisa para ti, aunque no den abasto a repartir cafés.

En cuanto a la comida que nos sirvieron: alubias, pero alubias de las buenas! 15 años comprando la materia prima a la misma persona, eso dice mucho de un restaurante y del proveedor en cuestión. Los tropiezos maravillosos, pero me quedo con el picadillo, porque estaba espectacular. Ni idea tengo de cómo lo hacen, pero me encantó!

¿Y el postre? suave, fresco y digestivo, muy del terruño, tarta de cuajada con helado de manzana verde... ainsssss, todo a la cadera, pero con una alegría!


En fin, que tendremos que repetir el año que viene, ¿no? Vive le #CocidoDay!



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monica.carratala@gmail.com